domingo, 21 de marzo de 2021

 (DES)ENCANTO 2018, por Raquel García García

   En esta reseña presentaremos la famosa serie del diseñador Matt Groening, (Des)encanto, cuyo  título original en inglés es “Disenchantment”. 

   En primer lugar, hablaremos de los aspectos técnicos. La serie se estrenó en 2018, se cataloga  dentro del género de comedia fantástica y fue producida por The ULULU Company & Rough Draft  Studios.  Si eres mayor de edad y tienes acceso a la plataforma digital Netflix estás de suerte, de otro  modo, mucho cuidado porque su humor es solo apto para adultos/as.  

  Es una serie relativamente corta, que consta de capítulos breves y que gráficamente es fiel al estilo  impecable de Groening. Además, se presenta rompedora respecto a las series y películas tradicionales de princesas. La protagonista “Tiabeanie Mariabeanie De La Rochambeaux Drunkowitz”, mejor conocida como  "Bean" es una princesa poco convencional que rompe todos los estereotipos de género: bebe  alcohol, no quiere casarse por obligación, es vulgar, tiene malos modales, rompe las normas  constantemente y es muy rebelde.  

Aquí tenéis una breve presentación de la princesa:  

   A la princesa le acompañan en sus alocadas aventuras dos personajes secundarios, un elfo que  se escapa de la sociedad en la que vive por ser diferente al resto y un pequeño demonio que  aparece debido a una maldición que le echan a la princesa.  Ambos personajes son peculiares y rompen a su vez otro gran número de estereotipos. El elfo,  que dentro de la sociedad élfica a la que pertenecía era un rompecorazones muy querido, ahora  fuera de su entorno y en el “mundo real” es un don nadie con bastante mala suerte. Y el  demonio, que se presenta como el malo malísimo, pero que no puede dejar de actuar bondadosamente frente a diversas situaciones. Es divertido advertir la doble moral de muchas de  sus propuestas malignas que son muchas veces, desde otro punto de vista, no tan malas.  

   

Fuente imagen: okdiario.com

   Otro aspecto que me gustaría destacar especialmente es la presencia de un grupo de  bandoleros con el que se topa la princesa en el tercer capítulo. Estos son en realidad  “Bandoleres, una cleptocracia de género neutro” tal y como se define el propio grupo. Es un  peculiar grupo de personas que tienen expresión de género neutra tanto en su discurso como  visualmente.  

   Enhorabuena, Groening, por incluir en esta serie tan actual esta diversidad de personajes y  hacerlo desde un punto de vista tan divertido y humorístico. 

   Y seguimos con las recomendaciones para público adulto, esta vez la sugerencia proviene de Rita Viera con una miniserie  danesa que podrás ver, si te interesa, en la plataforma Movistar+ y HBO.

    Cuando comencé a ver la miniserie “The investigation”, confieso haber empezado con la esperanza de poder dormirme en  los primeros minutos del primer episodio. Algo tienen las series nórdicas (su ritmo, esa luz tenue  de las imágenes con claroscuros propios del clima nórdico,...) que las alejan del ritmo trepidante  al que nos hemos acostumbrado lamentablemente y que caracterizan a las series comerciales  norteamericanas. Cuando quiero “dormir”, en lugar de “ver”, una serie, elijo aquella en la que no  haya nada que me sobresalte y me saque de ese dulce sueño... 

  Cuál fue mi sorpresa al quedar atrapada en la trama de “The investigation”, de ritmo lento pero  imparable. Su trama teje una tela de araña de la que no puedes escapar. No puedes dejar de  verla. 

  Me sorprendió, más aún, el querer recomendártela; cuando veas el primer episodio,  te cuestionarás por qué la recomiendo en el blog del Comité de Igualdad. No quiero hacerte spoiler ni desvelarte los entresijos de la trama. No te explicaré aquí mis razones  ni la pertinencia de mi recomendación. Lo que sí te contaré es que se trata de un caso real ocurrido en 2017. Se recrea una investigación  sobre la desaparición real de una periodista sueca tras haber visitado a un ingeniero con el fin de  hacerle una entrevista a bordo del submarino casero por él creado. 

   Esta miniserie está basada en hechos reales que tuvieron cobertura mediática en los medios de  comunicación internacionales en los últimos años. Y, aunque parezca un tópico, tras investigar el  caso real de la desaparición de la periodista Kim Wall en el submarino mientras ejercía su  profesión, algo martilleaba en mi cabeza y era el siguiente mensaje: “la realidad siempre supera a  la ficción”. 

   A pesar de lo brutal del caso investigado, esta realización danesa es muy sutil. Si lo que esperas  son imágenes violentas, explícitas, sangrientas o algo "gore", esta no es tu serie. A pesar de lo  brutal del caso que ocurrió en realidad, no hay nada visualmente violento en ella. No  obstante, se trata de un caso más de Violencia de Género. 

   Una violencia que en la historia ha  sido más que evidente pero que, solo recientemente, se ha hecho más visible. En el último episodio hay una escena que me llamó muchísimo la atención. En ella conversan el  fiscal y el comisario que llevan el caso. Uno de ellos le pregunta al otro por el porcentaje de  crímenes de los últimos años. La respuesta es que nunca ha habido un porcentaje menor de  crímenes y, sin embargo, la impresión de la opinión pública es que hay más que nunca. La razón  de que así nos lo parezca radica en el poder de los medios de comunicación puesto que, hoy en  día, todo se hace público en “tiempo real”.


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